Hay frases que a
veces se dicen con intención de halagar pero su efecto es el contrario. Por
educación, por evitar herir sentimientos de nadie y por lo tedioso que resulta explicarlo,
la mayoría de enfermeros nos limitamos a sonreír y encajar el “piropo”
correspondiendo al adulador con gratitud. Sin embargo todos percibimos que aún
en el 2022 existe un grave desconocimiento de lo que es nuestra profesión en
todas sus dimensiones: social, profesional y académica, y de su transcendencia
para la propia continuidad de nuestro SNS.
Cuando escuchamos:
“El casimédico” o “el ayudante del médico”,
pensamos inevitablemente: ¿Aún no te has enterado que soy un enfermero
completo? ¿Qué no aspiro a ser médico, ni pretendo parecerme? Soy un
profesional formado, autónomo, interdependiente (como todos dentro de un equipo
multidisciplinar), capaz de ejercer mi profesión por mi mismo y sin más
limitaciones que las legales.
Otras veces nos
confunden o meten en el mismo saco que a auxiliares (TCAE), cuidadores,
celadores o técnicos de transporte sanitario. Mi máximo respeto para todos
ellos como profesionales en su campo, la mayoría de ellos magníficos. De hecho
no he visto trabajo más intenso y menor retribuído proporcionalmente que el de
los auxiliares de enfermería de los geriátricos privados. Increíble carga,
tremenda responsabilidad, inmensa labor por un módico precio nada ajustado a su
realidad. Pero debo reivindicar que de hecho somos hoy día los enfermeros
Graduados Universitarios (exactamente equivalente a los antiguos licenciados),
muchos entre nosotros expertos reconocidos, con estudios de postgrado, másteres,
especialidades y doctorados…Nos acreditamos como tutores de residentes (EIR),
por cierto un saludo para “mi” residente Isa desde estas líneas que he recibido
en su reciente incorporación y que trataré de guiar en sus 2 próximos años de
formación. ¡Sí! He dicho y recalco: FORMACIÓN, porque si destacamos por algo
los enfermeros españoles es por nuestra formación, no solo universitaria sino
por nuestra continua formación que no cesa en toda nuestra vida profesional,
casi siempre vocacional.
Cuando otros
profesionales, casi siempre médicos (afortunadamente cada vez menos) nos tratan
como si fuésemos una especie de sirvientes, criados o secretarios, creo que se
equivocan de milenio. Estamos al servicio de nuestros pacientes tanto como
deberían estar ellos. Recuerdo a alguno de estos “compañeros” que se
consideraba y autodefinía como “mi jefe”, al que tuve que recordarle que en
nuestra jerarquía mi “jefe” directo en mi centro de salud era mi Responsable de
Enfermería (antes coordinadores enfermeros) y después mis
subdirectores/director enfermero en la Gerencia de Atención Primaria. Ningún
médico es jefe del enfermero con quien comparte cupo, sino compañero de UBA
(Unidad Básica Asistencial) dentro de su demarcación en una Z.B.S. (Zona Básica
de Salud). Si nos ponemos un poco puntillosos, incluso hay UBAS constituídas
por un enfermero provisto de doctorado y un médico que para nada es doctor
aunque reciba ”gratuita” y a mi parecer erróneamente tal consideración, en caso
de existir un jefe, (cosa que no creo), ¿quién debería ostentar tal cargo?
Es importante que
la sociedad conozca lo que es un enfermero y desterrar por siempre la idea del
“pinchaculos” restringiendo la idea del profesional a esta actividad, que por
otra parte es la que menos realizamos hoy día. Algunos amigos me miran con
extrañeza cuando les digo esto..
-Entonces ¿Qué
hace un enfermero? -Preguntan con cierta curiosidad
Trataré de
responder con la mayor brevedad pero no es fácil:
Verán ustedes un
enfermero no solo es una persona que ha estudiado una carrera universitaria,
hoy día de cuatro años más dos años de especialidad (No hay tanta diferencia en
años con respecto a la formación de un médico ¿verdad?), sino que es el
profesional especialista en CUIDADOS del ser humano desde el nacimiento
(Matrón) hasta su muerte (especialista en E. Familiar y Comunitaria o
Geriatría). Es quien te acompañará en tu enfermedad, quien tenderá tu mano en
los momentos más complicados, quien sujetará tu cabeza cuando vomites sin poner
cara de asco, quien desatascará tu ampolla rectal cuando formes un fecaloma,
quien emprenderá contigo la cruzada del abandono de vicios perniciosos (tabaco,
alcohol entre otros), quien hará lo posible por prevenir la enfermedad en ti y
en tus seres queridos, quien promoverá tu máximo grado de salud. Será quien
prepare e instrumente tu quirófano cuando seas intervenido, o quien te conecte y
prepare el dializador (riñón artificial) si requieres hemodiálisis. Será quien
te adiestre para que seas capaz de manejar determinados equipos o técnicas por
ti mismo en tu domicilio y así lograr tu mayor grado de autonomía (tratamientos
para la diabetes, para la artritris reumatoide, diálisis peritoneal,
autosondaje, etc…) Y por supuesto, dominamos toda clase de técnicas como las
inyecciones de todo tipo, sondajes, infiltraciones, extracciones y toma de
muestras, apartados de fisioterapia, vendajes e inmovilizaciones, curas (en su
más amplia dimensión), educación para la salud (enfermero escolar), prevención
de riesgos laborales, reconocimientos de empresa (enfermeros de empresa),
atención urgente en todos los servicios de urgencia que se precie en todos los
niveles asistenciales, públicos y privados, incluso en helicóptero (SALVANDO
VIDAS), etc…Valoramos, hacemos diagnósticos y prescribimos, siguiendo el método
científico. Somos docentes, gestores, administradores… trabajamos en múltiples
facetas, como en mi caso en cirugía menor, entre otras, lo cual me resulta del
todo apasionante.
Por cierto
trabajamos mucho más, con menores retribuciones y reconocimiento y en general
también nos quejamos menos que esos otros compañeros licenciados . Aprovecho
para saludar a todos mis amigos médicos que se consideran COMPAÑEROS, a los que
se que nunca ofendería, y a los que aprecio y reconozco su labor tanto como la
de los enfermeros y la de cualquier otro PROFESIONAL entregado, que siempre los
hay. De nuestro buen entendimiento depende en parte el buen funcionamiento del
SNS en el futuro.
En esta ocasión he tenido el honor de ser entrevistado
por la mismísima Petra Moreno, directora de Fnn, y afamada compañera. Se
interesó por esta competencia enfermera y tuve la enorme suerte de ser elegido
para este acto divulgativo que agradezco no solo a título personal sino como
SECRETARIO y no Presidente de SECiMe, deseo aclararlo puesto que el cargo de Presidente lo ostenta el gran
maestro Juan Luis Badallo León, y que sea por muchos años porque sin duda no
hay persona mejor preparada y con mayor experiencia para el puesto. Todo un
privilegio para nuestra Sociedad Científica de ámbito nacional y para mí por su
insustituible soporte técnico, táctico, intelectual y moral, a quien debo
reconocer su primordial labor desde antes de la constitución de SECiMe.
Os dejo la entrevista, o mejor dicho, las preguntas de la
entrevista, y unas respuestas mucho más meditadas por lo que supone su
escritura, ya que en la breve exposición oral, mucho menos reflexiva quedaron algunos
detalles en el tintero que ahora aprovecho para puntualizar:(Respeto preguntas principales tanto como el
conjunto de ideas en mis respuestas, eso sí, un poco más elaboradas)
¿Qué es la Cirugía Menor?
Podríamos definir
cirugía menor como el conglomerado de técnicas quirúrgicas cuya finalidad es el
tratamiento de lesiones, defectos, úlceras, heridas…y otras patologías, generalmente
superficiales (normalmente sin llegar a tejido óseo), y de naturaleza a priori
benigna o de escasa malignidad, por un espacio de tiempo corto (habitualmente
inferior a 30 minutos), sin precisar anestesia general (utilizamos desde
anestésicos tópicos hasta infiltrados locales o loco-regionales para zonas muy
concretas como dedos: anestesia troncular o en la vaina tendinosa), asumiendo
unos riesgos para el paciente mínimos por lo que es factible su práctica a
nivel ambulatorio en cualquier centro sanitario mínimamente equipado. Su desempeño es competencia de profesionales sanitarios: enfermeros, odontólogos,
podólogos, médicos…que estando legalmente capacitados para su ejercicio, deben
formarse específicamente en este campo para ofrecer las mejores garantías de
seguridad y éxito para sus pacientes.
Hablamos
habitualmente de cirugía menor básica y cirugía menor avanzada en función del
grado de complejidad de la intervención.
¿Es competencia de los enfermeros?
Rotundamente sí,
aunque a veces se empeñan en hacernos creer lo contrario. Me gusta recordar
nuestros antecedentes históricos como profesión en constante evolución a la que
pertenecemos.
Lo cierto es que
nuestra historia y evolución han estado ligadas en todo momento a la práctica
de la CM, desde los cirujanos-barberos, ministrantes, y finalmente practicantes
a partir de 1857 (Ley Moyano). La primera autorización legal contenida en el
Reglamento del 16 de noviembre de 1888, que delimita las competencias de
antiguos practicantes y matronas, pasando por la Orden del 26 de noviembre de
1945 (publicada en BOE el 05 de diciembre del mismo año), en la cual se
menciona expresamente la competencia de nuestros precursores en cirugía menor,
“por indicación o bajo vigilancia médica”, o a partir de 1953 cuando pasamos a
ser ATS (Decreto Ley de 04 de diciembre del mismo año), conservando todas las
funciones previas, o a partir de 1977 (RD del 23 de julio de 1977), que supuso nuestro
paso al nivel universitario transformándonos en DUEs, conservando el mismo
marco legal... Varias décadas después hemos logrado ser Graduados
Universitarios, especialistas, doctores…Ya nadie debería dudar de nuestra
capacitación científica, técnica y académica para conseguir nuestro máximo
crecimiento profesional y para liderar nuestras competencias, sin
cederlas, venderlas u otorgarlas gratuitamente a colectivo alguno, exigiendo el
mismo respeto que el que goza cualquier otro profesional sanitario, porque nos
lo hemos ganado, sin duda.
¿Es seguro realizar CM en Atención Primaria?
Si nos atenemos a
la definición y no excedemos nuestras capacidades, sí.
Aún así existen
riesgos reales y posibles, como la eventualidad de una anafilaxia por los
anestésicos empleados, una hemorragia, o el daño involuntario a una estructura
nerviosa o tendinosa…etc. Riesgos que no son distintos en Atención
Especializada. Debemos esmerarnos en minimizarlos mediante una buena praxis,
evitando intervenciones para las que no estamos debidamente entrenados o que
nos despiertan dudas sobrelos
resultados esperados, y disponiendo siempre de un ayudante que puede ser un
auxiliar de enfermería, otro enfermero, o incluso un médico, y un equipo de
atención urgente que incluya el típico “carro de paradas” y un desfibrilador, y
por supuesto, saber utilizarlo si llega a ser preciso.
...Entiendo
que en tu centro de salud lideras el programa de CM, ¿Puedes explicarnos el
funcionamiento del circuito?
En mi centro de
salud actualmente trabajamos dos equipos de cirugía menor aunque hasta hace un
año y medio aproximadamente solo contábamos con el que yo integro, además como
responsable del servicio. Disponemos de una sala específica de cirugía menor o
quirofanillo que empleamos uno y otro equipo.
En mi caso el
equipo lo constituimos Manuela Corullón (TCAE)y un servidor.
Damos cobertura a
toda nuestra Z.B.S. (Villafranca del Bierzo) y tanto médicos como enfermeros
colaboran en la captación de pacientes aunque para evitar suspicacias e
incurrir en errores de forma, exijo que se nos remita una hoja de derivación
(una especie de hoja de interconsulta) que contenga datos de filiación del
paciente, datos clínicos relevantes (antecedentes patológicos, alergias,
tratamiento farmacológico…) , motivo/s de derivación, intervención propuesta y
anestésicos autorizados, todo debidamente firmado y sellado por el MAP. Con
esto hacemos una primera valoración y generamos una cita en nuestro servicio
(en nuestro caso los miércoles). El paciente recibirá la información necesaria,
consultará sus dudas, y el día de la intervención aportará la hoja de
consentimiento informado debidamente cumplimentada.
Se realiza la
intervención más idónea para el caso y paciente concreto (permitiendo que elija
su música favorita), a veces tomamos imágenes con consentimiento expreso del
paciente, y una vez finalizado el procedimiento se le entregarán las
recomendaciones y se le pedirá que se cite con su enfermero para una primera
valoración postcirugía, a partir de la cual programará sus revisiones.
Por último,
estaré atento a la recepción del resultado de AP (casi siempre se remite
muestra), y se anotará en la historia del paciente, dando por cerrado el
proceso, salvo en el caso de AP alterada, en cuyo caso además se pondría en
conocimiento de su MAP para que lo derive al especialista médico que proceda en
su caso.
También asumimos derivaciones procedentes del servicio de teledermatología, a través del único dermatólogo del Área de salud con el que contamos actualmente: biopsias, y todo tipo de lesiones, incluso algunas malignas de bajo grado (como carcinomas basocelulares) componen el grueso de la derivación de pacientes "inversa", es decir desde el nivel hospitalario hasta la atención primaria, lo cual conforma un circuito menor, pero muy interesante.
Por
último, me consta que eres miembro fundador de SECiMe (Sociedad Española de
Cirugía Menor), ¿Cuál es su finalidad?
Efectivamente,
SECiMe se gestaba desde principios de 2017, cuando Juan Luis Badallo (actual
presidente) y yo decidimos poner en marcha el proyecto. Su inscripción el
Registro de Asociaciones se produjo el 18 de octubre de 2018, ya constituida la
Junta Directiva y con objetivos claros.
Por cierto, mi
gratitud a todos mis compañeros fundadores, Óscar del Valle, José Manuel Lama y
Concepción Díez de Ponferrada, José Luis Pérez de León, Jairo Alonso de
Navarra, Jesús María Robles y el presidente aludido, Juan Luis Badallo de Valladolid.
Ante todo
perseguimos la agrupación y cohesión de profesionales enfermeros que realizamos
cirugía menor de forma habitual, la divulgación social de esta práctica como
auténtica disciplina científica, la investigación en esta área, la formación y
perfeccionamiento de los enfermeros interesados, incluso desarrollando otras
competencias relacionadas (caso de la prescripción) y que todo redunde en
mejorar la atención a la salud de la comunidad, por supuesto, sin afán de
lucro.
Desgraciadamente
estos dos años de pandemia y la implicación que hemos tenido la Junta Directiva
de SECiMe en esta emergencia nacional, ha ralentizado el proyecto, quizás sea
momento de retomarlo, por ello
Cumpliendo con mi compromiso os dejo contestación a las principales preguntas recibidas desde mi última publicación. Gracias
Mª Jesús:
¿POR QUÉ A VECES se infectan todos los miembros de una familia menos
uno?
Las diferencias en la respuesta inmunológica frente a una infección en
cada individuo es multifactorial: genética, estado vacunal previo, infecciones
superadas con agentes patógenos similares, estado de salud, comorbilidad... Ya
se están publicando estudios que sugieren o muestran cómo hay personas más
vulnerables a la infección por SARS CoV-2 y otras no “han logrado” infectarse
en ningún momento, ni en los momentos de mayor incidencia de las seis sucesivas.
Factores relacionados con el estilo de vida también puede ser determinante para cualquier
enfermedad transmisible, como la alimentación, el descanso o el ejercicio
físico. También sospechamos que la inmunidad cruzada puede ser relevante. Es
decir, el hecho de que una persona haya estado expuesta en el pasado a otros
coronavirus, algunos de ellos agentes de cuadros catarrales, puede hacer que
hoy esté más protegida. De hecho, ya en la primera ola inicié una investigación
que lamentablemente no he podido concluir a falta de muestra significativa (y
de tiempo), titulada “Covid 19- Factores de Inmunidad Cruzada”, que inicié con
la hipótesis de la existencia de algunos factores a descubrir que otorgarían un
nivel de protección inmunológico muy superior a determinados individuos.
Miguel:
¿Es posible la reinfección?, ¿puedo reinfectarme si supero la
infección y sigo conviviendo con familiares infectados?
Entre las causas más probables de obtener resultado positivo en PDIA (Pruebas
Diagnósticas de Infección Activa) más de una vez en un corto espacio de tiempo
podría ser la infección por diferentes variantes (primero delta y después
ómicron). También he observado reinfección supuestamente concatenada en
personas que en realidad no habían “terminado” con su proceso infeccioso
inicial, dando lugar a pensar en dos infecciones consecutivas, siendo una realmente.
Sin embargo, no es imposible que se produzca una reinfección,
incluso con una misma variante, por ejemplo ómicron. He visto varios casos de
reinfección prácticamente concatenada y muchos en períodos cortos (en pocos
meses).
No debemos tras cumplir el período
de aislamiento descartar que, aunque hayamos superado la infección, podamos aún
ser portadores y por tanto contagiar a otras personas. Es fundamental que quienes
hayan finalizado su “arresto” continúenmanteniendo las medidas de
protección ya el protocolo actual permite sin duda que muchos sigan
contagiando, y también frente a otras personas infectadas, porque en determinadas
situaciones de inmunodepresión, o por coexistencia de diferentes variantes, no
es descabellado el concepto de recontagio.
Desi:
¿Qué ocurre si después de 7 días de cuarentena sigo dando positivo en
test de antígenos?
No debemos confundir cuarentena con aislamiento. Cuarentena es el período
sin interacción social impuesto a la persona que por haber estado en contacto
estrecho con una persona infectada, se entiende que puede positivizar, y
aislamiento es el tiempo mínimo que debe mantenerse la persona infectada sin
contacto para dejar de ser contagiosa.
Si la persona tiene suficiente carga viral como para que obtenga
resultado POSITIVO en test de antígenos el contagio no es imposible. Lo ideal sería
mantener el aislamiento hasta la “negativización” demostrada en PCR. Algo
impensable e inasumible dentro de las directrices actuales. Un resultado
negativo en test de antígenos tampoco debe ser motivo de absoluta seguridad de
imposibilidad de contagio. Por otra parte un resultado en PCR “positivo a
ciclos altos” tras una infección, es preludio del negativo, y entendemos que la
persona ya no es contagiosa.
Merce
¿en cuanto a las vacunas, es necesaria la tercera dosis? ¿lo sería con
infección reciente?..¿y una cuarta?
Las personas mayores o de riesgo deben administrarse la tercera dosis
o pauta completa sin duda alguna. Las vacunas han demostrado una clara
disminución de la tasa de mortalidad por SARS CoV-2.
En cuanto a las personas
jóvenes y sanas que recibieron dos dosis (o una dosis si recibieron Janssen)
que se han contagiado recientemente, teóricamente cuentan un grado de inmunidad
mayor, "inmunidad híbrida”, puesto que además de contar con anticuerpos
frente a la proteína “Spike” inducidos por la vacuna, contarían con otros
frente a diversas estructuras del virus, por contacto con este mediante
infección natural.
Sin embargo, sabemos que el
tiempo de protección no es ilimitado y muy variable de unas personas a otras,
de hecho, las autoridades sanitarias recomiendan que las personas que han
pasado recientemente la infección se vacunen también con la tercera dosis una
vez transcurridos veintiocho días, y al menos cinco meses desde la recepción de
la segunda dosis. Personalmente no soy partidario de terceras dosis en corto
espacio de tiempo a jóvenes sin factores de riesgo, especialmente a menores, como
he explicado en mi publicación sobre las vacunas de hace un año
aproximadamente.
Estamos abocados a recibir cuartas, quintas, sextas dosis…Ya he comentado
en otras oportunidades que la idea de vacuna esterilizante con el hijoputavirus
es utópica, seguramente irán apareciendo mejores vacunas, o algunas que provoquen
respuesta inmunitaria frente a diversos virus respiratorios como coronavirus e
influenza (gripe).
Francisco José
¿es bueno mezclar vacunas? ¿SE SABE CUÁL ES LA COMBINACIÓN DE VACUNAS
MÁS EFICAZ? ¿QUÉ PASA SI TIENES COVID-19 Y TE VACUNAS SIN SABERLO?
Las vacunaciones masivas con preparados que se han obtenido en tiempo
récord no dejan de ser un gran experimento científico, sanitario e incluso
sociológico. Sin embargo, tan experimental como necesario.
Los estudios actuales arrojan que las diferentes combinaciones mejoran
la respuesta inmunitaria. Las distintas combinaciones posibles actualmente en nuestro
SNS han demostrado su eficacia y su seguridad, al menos hasta la fecha. Como
curiosidad, algunos estudios serios han concluído que dos dosis con AstraZéneca
seguidas de un recuerdo con vacuna ARN- Pfizer o Moderna es la mejor combinación
en cuanto al nivel de anticuerpos que consiguen. (Lo cual va en sintonía con lo
que os comenté en su día en mi publicación sobre vacunas, perdón por las
autocitas..)
El hecho de vacunarse mientras se padece la infección cualquier caso
es desaconsejable porque aumenta el riesgo de respuestas inmunitarias intensas,
además de aquéllos inherentes a la administración de cualquier vacuna.
Si hay sospecha de infección, siempre
se recomienda retrasar la vacunación, no obstante, no cabe duda que con una
tasa de incidencia nunca antes alcanzada como en la sexta ola, manteniendo
vacunaciones masivas, hemos vacunado a muchos infectados, mayoritariamente
asintomáticos, y cierto es que hemos notado aumento de reacciones sistémicas,
aunque poco graves con respecto a primovacunación, lo cual no estoy seguro de que
se deba tanto a la infección subyacente como en sí misma a la tercera dosis.
Yolanda
¿No sería mejor dejar total libertad al contagio en vista de que no
hay casos graves con la variante ómicron?
En cuanto a la variante Ómicron, se trata del mismo virus SARS-CoV-2
que ha logrado muchas mutaciones, especialmente en la zona de fijación con la membrana
celular, mejorando esta interacción, facilitándola, de forma que es mucho más
contagioso que las variantes originarias, llegando a desplazar a la variante
delta (más letal pero menos contagiosa, aunque la OMS las incluyó a ambas en la
lista de variantes de “preocupación”, junto con las variantes alfa, beta, y gamma). Hemos
visto que esta variante tiene menor afinidad por las vías superiores bajas
(pulmones), por lo que origina neumonía con menor probabilidad, además de la
protección parcial que nos otorgan las vacunas y el contacto natural previo con
el virus.
Me consta que algunas familias y empresas han jugado a la “tortilla
rusa” y se han expuesto deliberadamente al virus. Podría salir bien, pero
algunos ya no lo cuentan. Tampoco es ético contribuir a la expansión de un
virus potencialmente letal para muchas personas aún en la sexta ola.
La mejor estrategia es protegernos con medidas físicas de barrera
y distancia social, y mediante la inmunización mediada por vacunas, para que,
en caso de que nos contagiemos, suframos la enfermedad de la manera más leve
posible, y para no convertirnos en un nuevo vector. No olvidemos que el curso
de una infección natural siempre es imprevisible. En función de todos los
factores mencionados y de otros muchos, la posibilidad de que la infección nos
afecte gravemente, nos deje secuelas o nos mate es real. Por otra parte, los
niveles endémicos descontrolados de infección contribuyen a la aparición de
nuevas variantes, que sin duda detectaremos en un próximo futuro, y que no
deberían aumentar su letalidad pero tampoco es imposible.
Esther
¿tendremos
mejores medicamentos para luchar contra la covid en un futuro?
La EMA (Agencia Europea del
Medicamento), ha aprobado una nueva vacuna, Nuvaxovid, de la compañía
estadounidense Novavax, con un porcentaje de prevención de enfermedad un 20%
más elevado que la mayoría de las vacunas actuales.
También se han desarrollado dos nuevos tratamientos antivirales:
EVUSHELD (tixagevimab) y XEVUDY (sotrovimab), a base de anticuerpos
monoclonales, que evitan la infección o bloquean la replicación del virus.
Esperamos la vacuna española de Hipra, muy prometedora.
algunos
apuntes, lo que no se está contando en la sexta ola:
Me preocupa especialmente que a estas alturas muchas personas continúan
sin querer enterarse de lo que está ocurriendo en realidad.
¡Sí! Es cierto que la variante Ómicron mata mucho menos en proporción
a los infectados…Pero mata, a las cifras me remito…Sigo sin entender el motivo
de la huelga de datos en fin de semana, pero cada día laborable nos llegan las
noticias de muchos muertos ¿con o por? coronavirus…Mis condolencias para sus
familias y mis recuerdos para ellos, ya que nunca son “pocos”.
Dicho esto, quizás a nivel social, político y económico, no podemos
obviar el rastro de contagios no evitados con protocolos del todo ineficaces,
de bajas laborales, como nunca antes hemos visto, el colapso de la Atención Primaria
y su disfuncionalidad, que a pocos parece importar y también causa muertes, y
el “llenito” de las UCIs que ya en su día pronostiqué, y aunque no es total,
está obligando a expandir estas unidades a costa de paralizar otros servicios,
y de dedicar muchos profesionales a tareas no cotidianas con el consiguiente
riesgo para ellos y para los pacientes. Se están demorando intervenciones quirúrgicas,
se restringen visitas a hospitalizados y todo esto sigue costando vidas,
morbilidad, estrés y un gasto económico desmesurado que sin duda traerá
consecuencias; la política de convivencia con el virus, de la no anticipación,
de ir siempre por detrás de la ola que nos ha pasado por encima, es lo que
tiene..
“Veo” y/e intuyo muchas personas que sabiéndose enfermos no lo
declaran por motivos económicos, también empresarios, quizás directores de
centros con personas vulnerables…
Demasiados casos de contagio entre personas que estuvieron en contacto
con personas “covid+” hace más de ocho días…Sospecho que el tiempo de
incubación es muy variable y a veces prolongado.
Y lo que me parece muy relevante en esta ola es que la estamos surfeando
sin tabla, ya que la disminución del tiempo de aislamiento a siete días es casi
siempre insuficiente como están demostrando algunos test de antígenos y PCR seriados
donde habitualmente observamos positivos mantenidos, ocho, diez, doce…y en
algunos casos veinte días después, sin duda con posibilidad de contagio.
Me sorprende que aún hoy día algunos pacientes pregunten
-…pero por aquí…¿Tenemos casos?
…O lo que me sigue llamando poderosamente la atención, que no identifiquemos
como síntomas: tos, moco, hipertermia, dolor de garganta…siendo los más
habituales, seguidos de cefalea, síntomas gastrointestinales, astenia…¡LO
PRIMERO ES DESCARTAR CORONAVIRUS!!!
No quiero hoy hablar del descontrol absoluto de los centros escolares
y geriátricos, totalmente abandonados a su suerte en esta sexta ola, preludio
de una “gripalización” que llegará seguro, pero no cuando lo decidan los
políticos, más bien cuando al bicho se le ponga entre las pelotas, aunque en alguna
medida también en concordancia con el modo de gestionar la pandemia.
Como ya os comentaba en publicación anterior, tenemos asegurada sexta
ola larga. Una pena.
Desesperación, contrariedad, irritación, tristeza, ira, ansiedad e insomnio también son síntomas persistentes de un covid recurrente, cuyas sucesivas olas nos pillan surfeando bajo el sol, y nos pasa por encima cual tsunami arrollador.
Surgen una vez más inevitables e incómodas preguntas de difícil contestación:
¿Pudo evitarse esta vez?
¿Hay vida inteligente al mando del control de la pandemia?
¿Por qué tanta mentira?...y, ante todo…¿Cuáles son los objetivos en este momento?
¿Cómo pinta el futuro que nos aguarda?
A pesar de la complejidad de las respuestas, merece la pena intentarlo por el interés que para mi suscita el pleno ejercicio de la EpS (Educación para la Salud), competencia expresa de profesionales enfermeros y médicos especialistas de enfermería /medicina Familiar y Comunitaria, con su máximo exponente en la Atención Primaria y que, salvo honrosas excepciones son pocos los valientes que generalmente por iniciativa propia, de forma altruista y aislada, han tomado parte a través de diferentes medios de difusión para explicar la VERDAD de lo que está pasando. Mi máximo reconocimiento para aquellos otros valientes no sanitarios ni necesariamente periodistas que se embarcaron en su momento en este empeño, y cuyas investigaciones y divulgaciones también han contribuido a salvar vidas evitando tanto engaños como la filtración de informaciones edulcoradas que solo propician la infravaloración del mal pandémico que nos asola como las siete plagas del Apocalipsis (ojalá se quedasen “solo” en siete).
Cuando más se necesita información veraz, actualizada y contrastada es precisamente en los momentos de dificultad. Los conocimientos y experiencia de profesionales sanitarios y de otros científicos permite adoptar medidas acertadas, evita conductas absurdas y arriesgadas, mejora la adaptación y predispone la correcta diagnosis, lo que será fundamento de predicciones y pronósticos en la línea del conocimiento y evidencia científica. El sinsentido es apoyarse en expertos inexistentes y tomar decisiones puramente políticas sobre la marcha y sin el consenso de los diferentes Consejos Profesionales como mínimo.
En esta ocasión veíamos cómo la denominada sexta ola avanzaba por Europa, cruzándola desde el Este, provocando serios problemas a su paso; la aparición de la nueva cepa Ómicron reemplazando rápidamente a la variante Delta tampoco fue motivo de alarma para nuestros gobernantes que lanzaban sus típicos mensajes de tranquilidad infundada: ”Aquí estamos mucho mejor porque hemos logrado uno de los mayores índices de vacunación..” y bla, bla, bla. Empeñados en exigencias poco efectivas para contener los contagios como el pasaporte covid, como si el hecho de estar vacunado nos blindase, y lo que es peor, enviando este nuevo mensaje tranquilizador envenenado a la población que se contagiaba alegremente con la mayor “normalidad”, eso sí.
Ni certificados vacunales, ni mensajes de serenidad masiva sirvieron para evitar el sexto golpe de ariete de una misma pandemia-endemia de este mundo globalizado que no ha sabido encontrar el acuerdo en un momento de crisis sanitaria que lo arrasa…bueno, en algunos pequeños países ni siquiera lo buscamos, y diecisiete sanidades diferentes en un “sálvese quien pueda” pugnan por ideales políticos de dudosa credibilidad, e intentan contentar o poner en evidencia al decimoctavo en discordia que ostenta el poder ejecutivo según el color de su partido, o del sol que más calienta.
En estos momentos, a nueve de enero, con una tasa de incidencia desorbitada que sobre cien mil habitantes a catorce días supera en muchos territorios los tres mil casos confirmados mediante PDIA, cifras tan espeluznantes como ficticias, ya que los protocolos vigentes en sanidad eluden rastreo y estudio de contactos a vacunados y asintomáticos con lo que vemos tan solo una parte del iceberg; de hecho algunas estimaciones hacia las cuales me inclino hablan de una tasa de incidencia acumulada real que rondaría los diez mil casos por cien mil habitantes en varios territorios, lo que implica en cualquier caso una transmisión comunitaria totalmente incontrolable en el punto donde estamos. De poco sirven ahora test, cribados masivos, y todo el sobreesfuerzo que hacemos los “Responsables COVID” en Atención Primaria, más allá de gastar recursos de todos, agotar e infectar a profesionales y hacer creer a la población que lo que hacemos sirve para controlar algo.
No podemos seguir trabajando sin objetivos claros, por eso y contestando a mi primera pregunta autoformulada:
Sí, señores, hubiera sido parcialmente evitable el sexto ostiazo si en el primer momento en que la curva de contagios mostraba un ascenso exponencial se hubiera indicado claramente a la población que muy a pesar de las vacunas, el contagio era tremendamente fácil, si se hubiese comenzado a realizar cribados masivos y adoptado medidas como explicar con suficiente antelación que reunirse en los festejos navideños diferentes unidades familiares era una especie de “tortilla rusa” que poco menos que aseguraba la transmisión del hijoputavirus…¡Fun, fun, fun!
Francamente, ya pasada la colación de Reyes y a punto del comienzo de las clases en todos los centros educativos de manera presencial porque según los que nos gobiernan y marcan el ritmo de contagios “no puede ser de otra manera” comenzando el año 2022, asistiremos, a diferencia de otros países europeos a una ola particularmente larga, eso sí, manteniendo el objetivo de seguir con esta hipócrita “normalidad” hasta que las UCI se colapsen que es cuestión de tiempo, porque la estadística dice que aunque las vacunas han logrado disminuir la morbilidad hospitalaria y la letalidad notablemente, siendo la variante ómicron además menos afín por el tracto respiratorio inferior, al menos cuatro de cada mil personas acabarán siendo valoradas en Atención Especializada, y de estas, una de cada treinta acabará en UCI, por tanto, en semanas, muchas de estas unidades de cuidados intensivos llegarán al colapso, con toda la repercusión que esto trae para la correcta atención de los enfermos no-covid, para las listas de espera quirúrgicas, y para el buen funcionamiento del sistema en general.
Quizás, llegados a este absoluto caos incontrolable, sería más honesto declarar a la sexta ola “gripe”, y dedicar el esfuerzo en recursos y personal sanitario a la atención de las personas que enfermen por covid y por otras patologías, poniendo especial atención a personas vulnerables por comorbilidad o edad, o por indefensión/soledad, tendrían en este apartado una misión fundamental los trabajadores sociales. No nos dicen que no se hace rastreo porque es imposible debido al porcentaje de población infectada, que no se hizo a su tiempo por el empecinamiento en salvar la campaña navideña en cuanto a consumo (por criterios económicos), pero poco a poco iremos viendo más restricciones, como ya vemos en el sector hostelero, en el ocio…etc, cuando la saturación de los hospitales y de los profesionales lo determine. Me invade y apena una pesada sensación de hastío, de incredulidad, de incertidumbre después de dedicar durante dos años gran parte de mi esfuerzo a controlar la expansión del covid en una preciosa Z.B.S. del bierzo como es Villafranca, y de poner todo mi empeño para que no se repita una situación ni parecida a la que vivimos en la primera ola en mi residencia de La Bañeza, sinceramente estoy hasta las gónadas, viendo cada día enfermar a compañeros, haciendo cribados para detectar contagios en sintomáticos que precisarán baja laboral, sin rastrear en su entorno donde se autorrastrean algunos con finalidades discutibles, y supliendo a compañeros incluso en mi periodo vacacional por falta de efectivos, lo cual haría gustoso si no fuera porque PUDO SER EVITABLE, y con esto, contesto explícitamente a la primera de las autocuestiones porque las otras quedan contestadas implícitamente entre las líneas de este texto, con vocación de misil.
Cuesta entender las contradicciones protocolarias como la cuarentena-castigo a los no vacunados, muchos de ellos no infectados mientras los vacunados infectados asintomáticos campan a sus anchas, contribuyendo a esparcir el desastre con consentimiento de las autoridades. Choca que quien quiera ocultar síntomas pueda hacerlo y llevar una vida sin restricciones con la prudencia de otros que se saben contactos y deciden aislarse por su cuenta sin que ninguna autoridad se lo indique. No deja de sorprenderme que se prohíba ocio, haya restricciones en eventos culturales y restauración a la par que se envía a cientos de estudiantes y escolares a un contagio altamente probable cuando es posible y aconsejable la no presencialidad. Me espanta que en geriátricos hasta la fecha se haya incidido en mantener visitas y salidas “porque las secuelas de no permitirlo son tan dañinas como el covid”, pero curiosamente el 07 de enero la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León estrenaba guía de recomendaciones y pautas restrictivas, que quizás hace tres semanas hubiesen sido más provechosas.
Para despedirme no puedo ser muy optimista, viviendo un sindiós permanente durante dos años, cumpliéndose por desgracia cada una de mis predicciones, e incluso superando mis nefastas expectativas. Habrá nuevas olas y nuevas variantes, como la Pi, la Rho, la Sigma…terminaremos con la nomenclatura por alfabeto griego, aunque solo espero que no afloren variantes de letalidad elevada, que por mucho que nos digan, y aunque no es lo más esperable, lamento decir que es posible en tiempos de pandemia-endemia, cuando todos formamos parte de un gran experimento que nos ha obligado a poner los pies en tierra (a muchos a los que recuerdo, bajo la misma) y a vivir sin muchos planes.
No dudo que habremos como mínimo de vacunarnos de forma anual, al menos grupos de riesgo, de forma muy similar a lo que ocurre con la gripe…y espero pronto una vacuna polivalente “gripe-coronavirus”, ojalá una vacuna esterilizante (no será fácil), mientras tanto, aguantaremos todo tipo de ocurrencias de nuestros gobernantes, y como ovejas, una mayoría en decrecimiento, seguirá a su pastor aunque les lleve al precipicio en lo económico y en la salud.
¡Feliz 2022!
Próximo vídeo de respuestas a vuestras preguntas que recibiré en la dirección de correo:
laotraenfermería@gmail.com
En esta ocasión trataremos quirúrgicamente en el servicio de CM de mi centro de salud a paciente adulto, varón de unos 70 años, que padece onicocriptosis en borde externo del primer dedo de su pie derecho. Años de evolución han permitido la formación de un granuloma piógeno, (el paciente describe varios cuadros de intensa infección en la zona) y actualmente dicha lesión se encontraba cicatrizada, al menos en su parte externa de apariencia y consistencia fibrótica.
Como de costumbre, según protocolo interno del centro, se me remitió hoja de derivación del paciente con sus datos de filiación, antecedentes, tratamiento, descripción y localización del problema, por lo que directamente contacté con él para explicarle el procedimiento y citarle en CM programada. (Tlf, protocolo COVID)
Anestesia troncular
El primer paso es la recepción del paciente, comprobando su estado y buena disposición para ser intervenido. Se visualizan las lesiones, se explica de nuevo el procedimiento, ahora de forma mucho más concreta, tras lo cual, firmará la hoja de Consentimiento Informado, momento que aprovechamos para entregar la información escrita del procedimiento a realizar. Tras disipar dudas, miedos y ofrecer al sujeto la posibilidad de comenzar con música de su elección, procedemos a administrar la anestesia. En este caso optaremos por un bloqueo troncular utilizando mepivacaína 2% (20mg/ml). Dos instilaciones de 1cc cada una en sendos márgenes laterales, en la proximidad de los nervios digitales serán suficientes para realizar una técnica indolora (excepto por los dos pinchazos con aguja 25G (0.5 x 16 mm)
Delimitación del Área a Intervenir
Es momento de marcar sobre piel y lámina ungueal la "media luna" que delimitará el área de trabajo y nos permitirá acceder a estructuras más profundas. Tras la anestesia, y después de haber pintado por segunda vez con povidona iodada, toca dibujar, siguiendo las recomendaciones que exige la técnica de Winograd.
Delimitación del Área a Intervenir II
Incluímos en el interior del área dibujada la totalidad del granuloma a extirpar.
Torniquete
A falta del anillo elástico y de tortores estériles, infringimos la isquemia necesaria mediante compresión con gasas, protegiendo la zona del nudo para evitar lesiones iatrogénicas. Comenzamos la intervención realizando un corte longitudinal paralelo al borde del dedo.
Bisturí I
Vista más cercana
Bisturí II
El corte se extiende desde el borde distal del dedo, hasta la matriz ungueal. El filo del bisturí (nº 11) penetra en la lámina ungueal dirigido hacia arriba. La sonda acanalada nos servirá para explorar la profundidad de los cortes, la ubicación de las estructuras internas, y nos ayudará a despegar las adherencias.
Siguiendo el trazo del rotulador y con la hoja del bisturí inclinada unos 45º hacia la incisión inicial, operamos en la totalidad del perímetro del dibujo, profundizando de forma uniforme, y asegurando que incluímos la porción de matriz ungueal que pretendemos extirpar.
Bisturí II
Otra vista de lo descrito.
Bisturí III
Utilizamos pinza de Adson para traccionar el "gajo de naranja" resultante que hemos de extraer completamente, conteniendo la espícula ungueal escindida, el granuloma, y el rodete marginal que se muestra inflamado y enfermo a causa de las sucesivas infecciones y enclavamiento crónico de la lámina.
Bisturí III
Continuamos con la extracción del tejido a extirpar.
Bisturí III
Bisturí III
Bisturí III
¡Casi está!
Bisturí III
Bisturí III
Herida quirúrgica
Observamos la Herida quirúrgica que hemos causado y que deberemos reparar.
Herida quirúrgica
Herida quirúrgica
Legrado
Procedemos entonces a realizar el legrado de la porción de matriz que pretendemos eliminar definitivamente
Legrado II
Surco ungueal, zona de implantación, laterales, deben ser curetados de proximal a distal, en cada resquicio para evitar recidivas.
Legrado III
Visualización y comprobación
Tras el legrado, comprobaríamos si queda algún resto matricial, espícula o irregularidad y si así fuese, completaríamos la limpieza con los instrumentos pertinentes.
Eliminación de restos I
Eliminación de restos II
Eliminación de restos III
Legrado IV
Última pasada de la legra, para arrastrar los posibles restos. Lavado con solución antiséptica, coaptación de bordes para cerciorarse del buen resultado de la inmediata sutura. Todo correcto.
Sutura
Comenzamos por un punto simple central (3-0), atravesando la lámina ungueal. En este caso parece lo más prudente dada la extensión de la intervención.
Sutura II
Anudamos y procedemos a continuar con la sutura de hilo no absorbible
Sutura II
Sutura III
Sutura III
Continuamos con la sutura, en este caso aplicaremos más puntos de lo habitual para asegurar una correcta cicatrización
Sutura IV
Proseguimos con la aproximación de los nuevos bordes.
Sutura V
Sutura V
Fijación adhesiva
Para total seguridad, aplicamos 4 tiras de sutura adhesiva sobre la sutura de hilo
Sutura Adhesiva
Sutura adhesiva
Apósito
Por último, retiramos el torniquete, limpiaremos los restos de sangre y cubriremos con gasa impregnada de ricino (tul), con o sin povidona iodada, y gasa estéril cobertora.
Vendaje
Importante utilizar vendaje semicompresivo, recomiendo venda cohesiva de tamaño apropiado.
Vendaje
Recomendaciones
una vez finalizada la intervención, se recomienda al paciente realizar una primera cura a las 24 horas por su profesional de enfermería de referencia. A partir de entonces, éste será quien marque la cadencia de las revisiones. Hoy extremidad elevada, reposo, frío local y analgesia habitual. La sutura se retirará en unos 8 días tras la intervención...y... ¡ya veremos el resultado!
MI AGRADECIMIENTO A ISA Y A PAULA, RESIDENTES (EIR, EFYC) DE PONFERRADA POR SU COLABORACIÓN EN ESTA INTERVENCIÓN Y EN LA TOMA DE LAS IMÁGENES.